Un día más de paro de docentes y van…
Esta situación reiterada por años no alcanzó aún su pico máximo. Estimo que este llegará cuando las voces de los maestros sean escuchadas y les sea permitido gestionar las escuelas desde su rol con un alto grado de protagonismo.
Actualmente el sistema educativo argentino se desintegra en deterioros continuos, pero las autoridades persisten en los mismos errores desde tiempos lejanos ya.
Las escuelas funcionan con un alto número de docentes en la planta funcional, todos mal pagos, muchos con funciones irrelevantes, alto ausentismo y bajos niveles en producción de conocimiento. La insatisfacción generalizada de los padres los ha llevado a la elección masiva de las escuelas privadas, quedando en el olvido la gestión de las escuelas públicas como medio de promoción social en un proyecto de país inclusor no excluyente.
]]>
Estas escuelas mal gestionadas solo producen altas erogaciones económicas convergentes en mayor malestar generalizado en la sociedad.
Si los maestros participasen en la administración económica del presupuesto destinado anualmente a cada una de sus escuelas y, de esta administración – más o menos eficiente-dependiesen sus sueldos, la propuesta de ellos se basaría en el punto siguiente:* Grupos de quince alumnos por maestro.
Es cuestión de reorganizar las plantas funcionales, dejando en cada escuela aquellos docentes que prestan un servicio pedagógico. Al trabajar con grupos reducidos , no más de quince alumnos es un número ideal, se bajaría el nivel de ausentismo, ya que el estres de los docentes tiene su mayor causa en la atención de grupos numerosos. Esto traería beneficios económicos al sistema.
En las voces de los maestros anida la solución a muchos problemas del sistema educativo, pero las escuelas siguen gestionándose desde cúpulas piramidales de poder en las que están ancladas las autoridades educativas.
Creo con firmeza en las decisiones eficientes de los grupos de maestros que solo quieren un sistema educativo limpio- es decir- no contaminado con docentes que cobran sueldos sin prestar servicio «engrosando» los gastos del sistema, con estructuras estresantes que funcionan con grupos de alumnos en número excesivo y el desencanto del no aprendizaje que aisla a los sectores sociales más pobres en lugar de incluírlos y acercarlos.
Soy una maestra apasionada por el arte de educar y ocupada en observar a los maestros porque ellos son los creadores de la calidad educativa en cada sociedad.
Dejo los títulos aparte porque ellos no reemplazan ni a la vocación ni al arte puesto en el oficio de cada día.
Article from articlesbase.com
