La OIT (Organización Internacional del Trabajo) ha dicho que México se encuentra en el lugar 171 a nivel mundial respecto al salario mínimo que reciben los trabajadores del mundo. Esto nos dice que en 170 países las personas que trabajan ganan en promedio un mejor salario que en México, lo cual les permite tener un mejor desarrollo económico y una mejor calidad de vida. Podemos dar una gran cantidad de explicaciones a esta cifra. Las diferentes crisis económicas que ha sufrido el país ya por bastantes años, donde se puede pensar que siempre vivimos en crisis económica. Además, hay que agregar que la economía no ha tocado fondo, cada día se hunde más. Esto por consecuencia, trae sufrimiento a la población y el sector más afectado son los pobres, porque siempre son los primeros en quedar desempleados y los que más sufren por el aumento de los precios. El desempleo que invade a México es otra explicación, ya que si las personas no encuentran trabajo y tienen a sus familias sufriendo por esta situación, cuando tienen la grande oportunidad de conseguir un empleo, lo admiten con tal de llevar dinero a su casa, aunque el sueldo sea muy bajo. Parece que en dos párrafos nos hemos encontrado ya en un círculo vicioso. Si la economía de México anda mal, entonces los pobres sufren y pierden sus empleos. Pero los pobres tienen que llevar algo de dinero a su casa, entonces, aceptan cualquier trabajo aunque el sueldo no los saque de la pobreza en que viven. En este círculo vicioso tenemos personas que salen ganando, es más, estas personas son los que provocan este círculo vicioso. Políticos, grandes empresarios, personas en las esferas más altas de compañías nacionales y transnacionales constituyen este muy pequeño grupo de personas que ganan sueldos gigantes, absorbiendo dinero de los sueldos de los demás, jugando con la economía de nuestro país, viendo sólo por ellos mismos, hundiendo económicamente a la demás gente, principalmente a los pobres. Al leer las principales propuestas de los candidatos a alcaldes, así como a diputados locales y federales de los estados de Michoacán de Ocampo y Jalisco, me encuentro que la mayoría de los candidatos proponen que es esencial resolver el problema de desempleo. También la mayoría propone alguna estrategia para mejorar la economía del municipio ó distrito que representarán, pero sólo cinco candidatos hablan de mejorar la economía mediante la reducción de sueldos de funcionario públicos y evitar el gasto innecesario de estos, como premios por buen desempeño, seguro médico privado, vales de despensa, de gasolina entre otros. Es cierto que es importante invertir en los sectores y empresas de todos los tamaños para que crezcan y por consecuencia, se creen empleos. Pero también es esencial reducir esta gigantesca diferencia entre sueldos que existe entre las personas de este país. Ya que aunque una empresa crezca, pero los empleados sigan ganando salarios miserables porque las personas en los altos puestos aumentan exponencialmente su salario para vivir una vida llena de lujos y privilegios, nunca existirá un desarrollo económico en la nación. Hoy en día, trabajadores del estado de Michoacán reciben un salario mínimo de mil 597 pesos mensuales, mientras un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación recibe un salario de 347 mil pesos mensuales. El ministro gana 220 veces más que un trabajador con salario mínimo, recibe más prestaciones y de mejor calidad que el trabajador de salario mínimo. Se podrá justificar que el ministro reciba mejor salario que un trabajador porque su trabajo requiere mayor preparación, pero lo que no se puede justificar es la gigantesca diferencia que existe entre los sueldos, ya que los dos trabajan la misma cantidad de horas diarias y los dos tienen las mismas necesidades básicas. No se vale que una persona disfrute de lujos innecesarios mientras la mayoría de la población esta en la pobreza.
Alejandro Güereña Morán
Alumno de ITESM Campus Guadalajara
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