Prolongar El Paro

El paro continúa subiendo, pero aun así el Gobierno se muestra contento: «Los datos consolidan la tendencia de que estamos en el camino de la recuperación», dice una impávida María Teresa Fernández de la Vega.

Evidentemente, con 4,2 millones de parados —la cifra más alta de Europa— cada día que pasa quedan menos empleos por destruir y, en consecuencia, el ritmo de desempleo será menor.

Congratularse con esta situación, mírese por donde se mire, es de una estólida irresponsabilidad porque hasta ahora destruir puestos de trabajo ha resultado una tarea sencilla, pero crearlos de nuevo, a juicio de todos los analistas, no sólo va a ser difícil sino que la recuperación económica en lontananza se realizará con menos gente con trabajo que antes de la crisis.

En vez de invertir esta dramática realidad, buscando estímulos para nuevos empleos, corrigiendo el mercado de trabajo, inventando otras formas de ocupación, favoreciendo el que las empresas renueven los contratos,… el Gobierno prefiere subsidiar el creciente paro, tarea evidentemente efímera, pues las arcas públicas se están vaciando a una velocidad de vértigo.

Pero es que la política económica oficial —por llamarla de alguna manera— es una política de subvenciones. Hubo una con carácter general, de 400 euros, que favoreció tanto a Emilio Botín como al último parado, y otra del cheque bebé, tanto para el hijo de un inmigrante como para el de Florentino Pérez.

Con algo menos de despropósito, se acordó más tarde otra ayuda de 420 euros mensuales a aquellos parados que se habían quedado sin prestaciones y otra de 210 a los jóvenes como Renta Básica de Emancipación. Pero, ¿qué es mejor, darles dinero por la cara u ofrecerles un trabajo en el que aprendan a  ganárselo por ellos mismos?

Crear una sociedad subsidiada desde la base conlleva un cáncer social, económico y moral, como sucedió en aquel socialismo real de los países comunistas, en los que un pleno empleo aparente enmascaraba la brutal miseria colectiva. Menos subvenciones, pues, y más oportunidades de trabajo para una sociedad que, ella sí, está terriblemente alarmada por el paro.

Enrique Arias Vega (Bilbao) es un periodista y economista español. Diplomado en la Universidad de Stanford, lleva escribiendo casi cuarenta años. Sus artículos han aparecido en la mayor parte de los diarios españoles, en la revista italiana «Terzo Mondo» y en el periódico «Noticias del Mundo» de Nueva York. Entre otros cargos, ha sido director de «El Periódico» de Barcelona, «El Adelanto» de Salamanca, y la edición de «ABC» en la Comunidad Valenciana, así como director general de publicaciones del Grupo Zeta y asesor de varias empresas de comunicación. En los últimos años, ha alternado sus colaboraciones en prensa, radio y televisión con la literatura, habiendo obtenido varios premios en ambas labores, entre ellos el nacional de periodismo gastronómico «Álvaro Cunqueiro» (2004), el de Novela Corta «Ategua» (2005) y el de periodismo social de la Comunidad Valenciana, «Convivir» (2006). Sus últimos libros publicados han sido una compilación de artículos de prensa, «España y otras impertinencias» (2009), y otra de relatos cortos, «Nada es lo que parece» (2008). Es autor, también, entre otras obras, de la novela «El ejecutivo» (2006), de la que ya van publicadas tres ediciones, de «Ir contra corriente» (2007), «Valencia, entre el cielo y el infierno» (2008) y una antología de semblanzas bajo el título de «Personajes de toda la vida» (2007). Enlaces externos: Reseña en «Red mundial de escritores en español»

Article from articlesbase.com

¿Que no conoces a los Hermanos Marx? Bueno, no te preocupes. Mientras a los de Gran Hermano no les manden una prueba basada en esta escena o los chicos de OT compongan una canción sobre el pelo dorado de Harpo (¿realmente era dorado? mmm) puedes comprobar quiénes eran y qué hacían Groucho, Chico, Harpo (y en menor medida Zeppo y Gummo…) Así no corremos el riesgo de que algún día creas que esto se lo inventaron los de Sé lo que hicísteis. Bueno igual luego piensas que se lo inventaron unos señores de youtube… en fin… Life is life nanananana… You don’t know the Marx Brothers? Well, don’t worry. While the people of Big Brother isn’t required to do a test on this scene or Operación Triunfo’s kids up a song about a song about Harpos golden hair (was it golden? mmm)You can verify who they were and what they did Groucho, Chico, Harpo (and to a lesser extent Zeppo and Gummo .. .) So don’t run the risk that one day you think this is what invented Sé lo que hicísteis’ people. Well then you’ll think this was an invention of some gentlemen of youtube … well … Life is life nanananana … Sorry for my english… is not my fault. It’s Google’s Translator
Video Rating: 5 / 5

Related Paro Articles

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *