¿Peligra la democracia en Venezuela?

Muchas veces los mercados de divisas latinoamericanos han permitido grandes ganancias mediante el arbitraje producto de las múltiples deficiencias que padecían los mismos y de las medidas poco comunes adoptadas por los gobiernos de Latinoamérica.

Un interesante caso de potencial arbitraje lo ofrece el mercado de divisas venezolano. La decisión de mantener un tipo de cambio fijo en un nivel que no se condice con la realidad de la economía venezolana genera grandes riesgos dado que la frágil situación económica está provocando que el valor del dólar en el mercado paralelo se aleje cada vez más de dicho valor oficial.

Para el gobierno venezolano el dólar vale 2,15 bolívares, pero para el mercado paralelo cotiza cerca de los 7 bolívares. Demasiada diferencia que permite lograr una ganancia fácil a quienes pueden acceder al dólar al tipo de cambio oficial. Lógicamente, para el ciudadano común, esta posibilidad de ganancia fácil está vedada. Probablemente no es así para los amigos de la causa chavista.

Ya en artículos anteriores les he hablado acerca de la insostenibilidad de esta paridad cambiaria. Es por ello que para sostener esta irreal relación entre las monedas, el gobierno venezolano ha recurrido a limitar la entrega de divisas a sectores no prioritarios ante el déficit de dólares necesarios para sostener semejante desequilibrio. ¿Qué harán estos sectores? Recurrirán al mercado paralelo lo que implica para ellos que los costos de importación se tripliquen automáticamente, algo sin dudas injusto para los mismos. 

Se puede decir que Chávez atenta contra la democracia de los mercados. El ejemplo del mercado cambiario que les menciono no es el único. Pero lo más grave en Venezuela es que Chávez está decidido a atentar contra la democracia en un sentido amplio, más allá de la frontera de los mercados.

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Con las últimas medidas adoptadas, Chávez sigue transformando a la Venezuela democrática y en donde predominaba la libre empresa en un país en el cual todo se debe regir por su autoridad y según su voluntad, incluso yendo contra las mismas leyes y la Constitución del país.

Algo que no se puede negar, es que Chávez tiene mucha imaginación para doblegar las leyes. Un nuevo ejemplo de ello ha sido lo ocurrido hace dos semanas cuando amparado en una nueva ley aprobada por la mayoría oficialista del Parlamento, Chávez designó a Jaqueline Faría como la primera “jefe de gobierno de Caracas”. Así con esta designación, Faría ejercería varias de las funciones que son de competencia de Antonio Ledezma, el opositor que es titular de la Alcaldía Metropolitana y ha sido electo por el voto popular.

Chávez toma lo que necesita sin medir las consecuencias. El sector privado presencia con temor cómo el gobierno venezolano avanza en su cruzada expropiadora. Además de empresas, en los últimos días, el gobierno ha decido expropiar tierras (unas 3.500 hectáreas) las que consideraba que se encontraban infrautilizadas. Pero lo peor del caso es que, según el gobierno, con ello inició una “ofensiva de rescate de tierras” con lo cual se deben esperar nuevas expropiaciones.
 
No existe consuelo para la población que ve además cómo la política de Chávez le ha generado un daño irreparable a la economía y ha dilapidado los inmensos recursos provenientes de las riquezas petroleras.

La justificación que esgrime Chávez para justificar su accionar, la de buscar priorizar la situación de los más necesitados, no cuenta con un verdadero correlato en los hechos. Para este año, el FMI ha proyectado que la economía venezolana sufra una contracción del 2,2% y para peor, seguirá contrayéndose un 0,5% en 2010, lo cual implicará un aumento del desempleo, especialmente en los segmentos de menores ingresos. La inflación en Venezuela no cede, se mantiene elevada en el 28,1% interanual y afecta principalmente a los más pobres.
 Si Chávez dice gobernar para los pobres ¿Por qué ellos están cada vez peor?

El avance de Chávez sobre los derechos particulares y sobre la propiedad privada no se detiene. ¿Hasta cuándo podrá soportar el pueblo venezolano estos atropellos de un mandatario elegido bajo los principios de la democracia?

La oposición, que sufre la persecución constante de Chávez, los estudiantes y ahora la Iglesia de Venezuela buscan resistir los atropellos del presidente. La Iglesia venezolana ha hecho sentir su preocupación por  el desconocimiento de la voluntad popular y la creciente arbitrariedad en la administración de justicia que se viene observando en el último tiempo.

En Venezuela no se puede opinar de manera contraria al gobierno y ello lo denuncia la Iglesia: “ha mermado el derecho que tiene la ciudadanía a información veraz”, mediante “una progresiva escalada de intervenciones oficiales” que pretende “limitar la autonomía de los medios”.

Y por si todo lo anterior fuera poco, el discurso de Chávez choca en más de una oportunidad con sus propias acciones. ¿Usted le haría un regalo a su peor enemigo? Entiendo que no. Pero Chávez sí lo hizo y le acaba de regalar ni más ni menos que una isla a los Estados Unidos. Lo hizo a través de la empresa Citgo, filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y se la donó al estado de Nueva Jersey.

En este estado de situación, la economía venezolana tiene pocas posibilidades de resistir y no entrar en crisis. Inevitablemente el deterioro de la misma continuará, y el sector privado estará cada vez menos dispuesto a invertir ante la imposibilidad de asegurarse que la rentabilidad del proyecto pueda ser apropiada por la propia compañía y no por el gobierno venezolano. No existen mayores dudas acerca de que esta situación derivará en una crisis en Venezuela, sólo resta saber cuándo.

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