(Este artÃculo ha sido publicado en los diarios ÃLTIMA HORA, de Palma de Mallorca, LA VOZ DE ALMERÃA, DIARI DE TARRAGONA y otra docena de periódicos españoles)
Las revueltas en los paÃses árabes por un mÃnimo de democracia no tienen nada que ver con los espontáneos movimientos juveniles en España. Allá sólo pretenden respirar un poco de aire mientras los sátrapas locales nadan en la riqueza más ostentosa. Aquà se conforman con no ir a menos en su desahogado tren de vida tradicional.
En eso, al menos, existen cuarenta años de diferencia entre unos y otros.
Los jóvenes del mundo desarrollado ya exigieron «todo y ahora», como decÃa algún eslogan, en Mayo de 1968. Las revueltas de la Sorbona parisina, el campus norteamericano de Berkeley o el BerlÃn de Rudi Dutschke pretendÃan que los beneficios del capitalismo llegasen a los jóvenes en forma de más participación polÃtica, permisividad de costumbres y mayor consumismo. Y a fe que lo consiguieron.
Cuarenta años después, aquellos jóvenes han gastado más de lo que podÃan y a sus hijos y nietos sólo les quedan las migajas: paro, precariedad laboral, mileurismo y falta de expectativas. De ahà su legÃtimo cabreo.
Por fortuna, aquà el malestar no se ha encauzado hacia partidos radicales, populistas o xenófobos, del signo que fuere, como en gran parte de Europa. AquÃ, el apoyo familiar, el pasotismo, el botellón o las fiestas rave han servido de válvulas de escape. Hasta ahora.
Si a nuestra clase polÃtica este movimiento le ha cogido a contrapié es porque no se entera de nada, confortablemente situada en su Olimpo con todos los gastos pagados. Pero ya se le ha acabado el momio, porque estas revueltas nunca se sabe cómo empiezan pero menos aun cómo acaban.
Y esto no ha hecho más que comenzar.
Enrique Arias Vega (Bilbao) es un periodista y economista español. Diplomado en la Universidad de Stanford, lleva escribiendo casi cuarenta años. Sus artÃculos han aparecido en la mayor parte de los diarios españoles, en la revista italiana «Terzo Mondo» y en el periódico «Noticias del Mundo» de Nueva York. Entre otros cargos, ha sido director de «El Periódico» de Barcelona, «El Adelanto» de Salamanca, y la edición de «ABC» en la Comunidad Valenciana, asà como director general de publicaciones del Grupo Zeta y asesor de varias empresas de comunicación. En los últimos años, ha alternado sus colaboraciones en prensa, radio y televisión con la literatura, habiendo obtenido varios premios en ambas labores, entre ellos el nacional de periodismo gastronómico «Ãlvaro Cunqueiro» (2004), el de Novela Corta «Ategua» (2005) y el de periodismo social de la Comunidad Valenciana, «Convivir» (2006). Sus últimos libros publicados han sido una compilación de artÃculos de prensa, «España y otras impertinencias» (2009), y otra de relatos cortos, «Nada es lo que parece» (2008). Es autor, también, entre otras obras, de la novela «El ejecutivo» (2006), de la que ya van publicadas tres ediciones, de «Ir contra corriente» (2007), «Valencia, entre el cielo y el infierno» (2008) y una antologÃa de semblanzas bajo el tÃtulo de «Personajes de toda la vida» (2007). Enlaces externos: Reseña en «Red mundial de escritores en español»
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